La imagen del producto tiene que reflejar el contenido.
Los productos envasados deben indicar:
- País en el que fueron producidos.
- Su calidad, pureza o mezcla.
- Contenido neto.
Todos estos datos deben figurar en lugar visible y de forma clara.
En el caso de los alimentos, además deben decir:
- Fecha de duración.
- Preparación e instrucciones de uso del alimento, cuando corresponda.
- Si los alimentos necesitan un tipo especial de conservación (por ejemplo, frío), se debe indicar las condiciones necesarias para mantener el alimento, indicando las temperaturas máximas y mínimas de conservación y el tiempo durante el cual puede ser conservado en esas condiciones.
El envase también debe indicar cuando se trata de alimentos que pueden alterarse después de abiertos.
Los envases pueden tener palabras extranjeras cuando se trata de palabras de uso común en el comercio o de marcas registradas. Pero la información obligatoria debe estar escrita en castellano aunque los productos sean extranjeros.
Algunos productos no tienen la obligación de indicar la fecha de duración. Algunos de esos productos son:
- Frutas y hortalizas frescas, incluidas las papas que no hayan sido peladas, cortadas o tratadas de otra forma.
- Vinos, vinos de licor, vinos espumosos, vinos aromatizados, vinos de frutas y vinos espumosos de fruta.
- Bebidas alcohólicas que contengan 10% o más de alcohol.
- Productos de panadería y pastelería que se consuman por lo general dentro de las 24 horas siguientes a su fabricación.
- Azúcar sólido.
- Productos de confitería consistentes en azúcares aromatizados y/o coloreados, tales como caramelos y pastillas.
- Goma de mascar.
- Sal de calidad alimentaria (no se aplica a las sales enriquecidas).