Nuevamente hemos recibidos reiteradas consultas de “qué hacer con las intimaciones telefónicas de pago” que les realizan a las personas en cualquier horario del día, la semana, en el trabajo, familiares vecinos, etc., cuando lo único que aspira una familia en estos momentos es poder pagar sus cuentas y salir del veraz de una vez por todas.
Ocurre que estos virtuales “acosos telefónicos” exigiendo muchas veces el pago inmediato de sumas de dinero importantes bajo la amenaza de una inminente ejecución judicial, con secuestro de bienes muebles o embargos de sueldos al deudor, de ninguna manera está permitido por ninguna ley del país ni de ninguna provincia.
Tenga bien presente que el pago inmediato en cualquier oficina de pagos que estos servicios de cobranzas (call center) no le garantiza salir del veraz automáticamente una vez que le haya abonado el monto total de lo que le piden.
Por otra parte, es de más elemental sentido común que para acordar el pago de una deuda con otra persona, es importante tenerle frente a frente, cara a cara, y saber con certeza que la persona con la que se está hablando verdaderamente se encuentra autorizada para recibir el pago y emitir la constancia de “Libre Deuda” que usted necesita luego, por una parte para estar seguro que no le volverán a cobrar la misma deuda otro cobrador o acreedor, llámese “Fideicomiso”, Estudio Jurídico, o por medios telefónicos, por correo ó e-mail.
Y Por otra, porque necesitará de esa constancia de Libre Deuda con posterioridad para poder gestionar, por una persona capacitada para ello, su correspondiente desafectación de firma ante las diversas bases de datos comerciales donde figura informado como deudor y que evidentemente le impide acceder nuevamente al crédito.
Ante estas llamadas telefónicas, lo mejor es tomarles el nombre, pedirles la dirección, teléfono y un correo e-mail, para luego nosotros mismos comunicarnos personalmente y verificar si realmente ese interlocutor tiene el poder suficiente para cobrar la deuda y emitir el comprobante de cancelación de deuda. Sólo así se podría llegar a un acuerdo de pago para efectivamente posibilitar salir del veraz de una vez por todas.