Las deudas que tienen el tiempo cumplido exigido por la ley para que una persona pueda exigir la limpieza de su firma no deben ser refinanciadas de ninguna manera si quieres realmente salir del veraz en un plazo breve de tiempo.
Frecuentemente en nuestra página y en el estudio, distintas personas nos consultan muy afligidas porque son contactadas en forma telefónica o por medio de correos, intimándolos al pago de deudas de varios años de antigüedad.
Más aun estas personas que intiman al pago tampoco son los acreedores originales de los créditos contraídos, si no verdaderos operadores de “call-center” que refugiados en la figura de un fideicomiso presionan en forma prácticamente inescrupulosa a las distintas personas para que paguen una deuda que judicialmente ya no es exigible, y operan por ejemplo llamando por teléfono al empleador, familiares, vecinos, y toda aquella persona que puedan descubrir algún vínculo de familiaridad o amistad al solo efecto de intimidar y avergonzar al deudor que por distintos motivos, no puedo pagar esa deuda hace varios años.
Las leyes que regulan la materia, entre ellas la de HABEAS DATA, establecen que si se realiza una refinanciación de aquellas “deudas caídas”, la misma se convierte en una deuda nueva (novación de deuda) y por ello debe ser nuevamente registrado en las bases de datos comerciales, lo que como consecuencia de esta nueva inscripción impide salir del veraz, BCRA, etc.
Este es el caso de Ramón G. que luego de más de 5 años de tener tres deudas con tarjeta de crédito porque perdió su trabajo llaman desde un call-center a la casa de sus padres, personas ancianas, amenazándolos con que a ellos (los padres de Ramón) le trabaran embargo sobre sus bienes muebles y sobre la casa si es que su hijo no deposita una determinada suma de dinero en las cuentas que estas personas le quieren indicar; con la correspondiente desesperación y miedo que persona de la tercera edad asumen para si y hasta llegan a ofrecer pagar ellos mismos deudas de 8 años de antigüedad, por temor a que le embarguen su única propiedad.
Evidentemente estas son maniobras delictivas que estos supuestos acreedores o “estudios jurídicos” que escudándose en empleados jóvenes- bien entrenados- presionan de tal manera especulando con el miedo de la gente pero lo que menos logran estas personas que pagan de esta manera, a la distancia, deuda prescriptas y de las cuales nunca obtienen la entrega del pagare original que firmaron, tampoco pueden salir del veraz de una buena vez.
Por ello sugerimos que en primer lugar cuando se reciban estos tipos de llamados telefónicos o correos se tomen los números de teléfonos, dirección y el nombre de quien o quienes están llamando para luego realizar la correspondiente denuncia en las oficinas de protección al consumidor, o en sus defectos consultarnos a la mayor brevedad tratando lo posible de llamarnos por teléfono, para orientarlos y guiarlos en la solución de estos problemas para que verdaderamente y de una vez por todas, realizando la gestión correspondiente de desafectación de firma, puedan efectivamente salir del veraz u otras bases de datos comerciales como el BCRA, Nosis, Fidelitas, etc.