En reiteradas oportunidades nos plantearon la pregunta distintos clientes si debían refinanciar sus deudas para salir del veraz ante el virtual “acoso” telefónico o por correo que estaban sufriendo de los acreedores y aún de los Fedeicomisos. Aquí te daremos nuestra respuesta.
Quien no ha sufrido el virtual “acoso” de los acreedores cuando por distintas razones no ha podido pagar una deuda. Sea porque se quedó sin trabajo, por razones de salud, o más recientemente por las causas de la misma inflación que vive nuevamente nuestro país, no le alcanza para pagar a tiempo sus obligaciones contraídas con distintos acreedores, sean bancos, tarjeta de créditos, casas comerciales, alquileres, etc.
Esta imposibilidad de pago que perdura por varios meses, lleva primero al atraso del pago de las deudas, y luego, a la mora que indefectiblemente los lleva a estar afectado en su firma en entidades como el Veraz, Banco Central, etc. Entonces nos preguntamos cómo salir del veraz, por ejemplo, si para ello debemos pagar las deudas, y no es que no se quiera pagar. Sino que los montos que piden los acreedores son exorbitantes!!!…
Así es que deudas quizás de tres o cuatro mil pesos, al cabo de dos años de atraso aproximadamente, están reclamando sumas superiores a los veinte mil pesos, y ello sin dar explicaciones de cómo se originaron dichos mantos, cual es el porcentaje del capital adeudado, los intereses aplicados para llegar a esas sumas, etc.
Solo se reciben llamados telefónicos, invocando al Estudio Jurídico “Tal” o “Cual”, sin saber si ese estudio o Fideicomiso existe o no. Y en el mejor de los casos se recibe una carta de “intimación de pago” cuando ni siquiera es una verdadera Carta Documento, como lo que exige la ley para que exista una verdadera intimación extrajudicial.
Qué debemos hacer en estos casos?… Lo más recomendable, y así lo remendamos desde nuestro Estudio Jurídico, es NO Aceptar Ninguna Refinanciación de Deuda con Desconocidos, ni menos a la distancia, sea vía telefónica, por mail, o por correspondencia, pues no existe ninguna garantía de la veracidad o legalidad del destino del posible pago que pueda realizar, sea en oficinas de cobros tipo rapi-pagas o depósitos bancarios a nombres de terceros, que no son precisamente el comercio donde adquirió su deuda.
En otras, palabras aconsejamos no pagar o refinanciar sus deudas con desconocidos, si no es con su verdadero acreedor, y no obstante ello, fijarse bien los montos que reclaman para no pagar sumas totalmente abultadas que representan cuatro, cinco, o seis, o más veces el capital adeudado.
Sólo así podrá defender sus intereses sin que cometa un error del cual luego deba lamentarse por un tiempo bastante largo, y con una gran pérdida económica para su bolsillo y su familia. Recuerde que sí es posible salir del veraz, pero no vuelva a refinanciar sus deudas cuando el tiempo ha transcurrido en más de dos años desde que cayera en mora, para poder alcanzar la prescripción de la deuda.