La ley de defensa del consumidor protege a todos los que compran bienes o servicios, nuevos o usados, ya sea pagando o de manera gratuita.
Es obligación de las personas o empresas que prestan servicios darte un presupuesto por escrito antes de que los contrates.
Si dentro de los 30 días de finalizado el servicio notas defectos en el trabajo realizado, el prestador del servicio debe corregir el trabajo sin costo adicional.
Cuando das de baja un servicio, las empresas no te pueden cobrar:
- Mes adelantado.
- Un monto por no haber avisado con más tiempo que querías dar de baja el servicio (a eso se llama ¨preaviso¨).
Las empresas de servicios públicos tampoco pueden cobrarte cuando das de baja el servicio.
La ley de defensa del consumidor también te ampara frente a las empresas prestadoras de servicios públicos domiciliarios como el gas, la luz, el teléfono, etc. Cuando hacés un reclamo por fallas en el servicio, las empresas tienen la obligación de registrar tu reclamo por cualquier medio disponible: nota, teléfono, fax, correo electrónico, etc.
Cuando se interrumpe un servicio público por culpa de la empresa prestadora, tenés derecho a exigir que te devuelva el precio del servicio no prestado o que te lo descuente de la próxima factura. Podés reclamar la devolución del precio desde el momento del corte del servicio y hasta 15 días después del vencimiento de la factura.
Cuando el monto de la facturación es mucho mayor a tus consumos promedio, se supone que hay un error. Es ese caso, sólo tenés que pagar el valor de tu consumo promedio. Si te aparecen en la factura sumas o conceptos indebidos, tenés que hacer el reclamo y pagar únicamente lo que corresponde.
Esta ley se aplica a otras relaciones de consumo, el Código Civil y Comercial incluye expresamente a los cementerios privados y al sistema de tiempo compartido entre las cuestiones amparadas por la protección al consumidor.
Sólo en los casos de venta domiciliaria, telefónica, por correspondencia, Internet, electrónica o similar. Podés arrepentirte dentro de los 10 días corridos desde la fecha en que te entregaron el bien o celebraste el contrato. Tenés que poner el bien a disposición del vendedor. Los gastos de devolución están a cargo del vendedor.