Debe considerarse que la cónyuge incurrió en injurias graves si de la prueba testimonial surge que existían muchas escenas por los hijos del matrimonio anterior del marido y que en una oportunidad luego de que aquélla mantuviera una discusión y de escucharse ruidos de papeles, gritos y cosas que se revoleaban, aquél salió herido con la boca hinchada y el labio partido, y si bien se ha intentado criticar la declaración testimonial alegando una supuesta enemistad o una falta de conocimiento de la realidad familiar, no se advierte de los dichos del declarante la intención de perjudicarla.
Fuente del sumario: SAIJ