Actualmente la inflación en la Argentina se ha convertido en la principal causa de preocupación de los argentinos y salir del veraz cuanto ante se ha convertido en una decisión estratégica en un grupo familiar.
Efectivamente poder contar con la disponibilidad de acceder al crédito en estos momentos difíciles de la economía, constituye un verdadero resguardo ante la crisis financiera y de suba de precios que deteriora paulatinamente los ingresos familiares, pero ante un inconveniente inesperado como gastos de salud, o la oportunidad de comprar un terreno, vivienda o un automóvil, tener libre la firma de toda afectación es una verdadera necesidad.
Más aún cuando las entidades de cobro que intiman a las personas a pagar las deudas caídas en mora, no tienen ningún parámetro objetivo para establecer las actualizaciones de los créditos ni las tasas de interés aplicables. Así deudas con un capital inicial por ejemplo de $3.000 (tres mil pesos), exigen un pago mediante una refinanciación de la deuda, del 500% como mínimo. Llevando eso monto inicial de $3.000 a más de $15.000 (quince mil pesos), lo que se convierte en un verdadero negocio usurario y casi imposible de pagar.
En otros artículos anteriores hemos recomendado frecuentemente tratar de evitar las refinanciaciones para poder salir del veraz.
Refinanciar una deuda que tiene más de dos años de mora, es contraer una nueva deuda pero a tasas muy altas respecto de la deuda inicial. Que puede ser superior al quinientos por ciento como antes dijéramos, sin que ello les permita liberar su firma o poder acceder a un nuevo crédito.
Hoy más que nunca la inflación muy alta que sufre la economía Argentina nos impone hacer lo posible por desafectar la firma, ya que los montos que se exigen pagar actualmente por los Fideicomisos por ejemplo, a fin de año o en años venideros, será muchos más altos que los de estos días, y como consecuencia será mucho más difícil pagar para salir del veraz. Por ello lo mejor es consultar con los que saben, y su consulta no nos molesta.